Como hemos comentado en nuestra anterior publicación ¿Qué es la Transformación Digital?: la transformación digital no se basa en la simple aplicación de nuevas tecnologías a los procesos existentes, eso sería simplemente digitalizar la compañía; en cambio, hablamos de transformación cuando conseguimos generar nuevas formas de operar y de entregar valor a nuestros clientes a través de la aplicación e integración de nuevas tecnologías.
Probablemente, a estas alturas ya serás plenamente consciente de la importancia de la transformación digital en tu pyme, pero aún así, consideramos que puede ser relevante exponerte una serie de razones por las que consideramos que será crítica desde un punto de vista del desarrollo de la competitividad en el contexto empresarial español, la cual podríamos resumir como la capacidad que tiene una empresa de mejorar en el tiempo, y que se termina traduciendo en el desarrollo y mantenimiento de ventajas competitivas.
En contra de lo que se pueda pensar, la mayor parte de las empresas sufren de los mismos tipos de desafíos y problemas, y esto se debe a una razón muy sencilla: la gran mayoría de las empresas son pymes (pequeñas y medianas empresas), en concreto en España suponen un 97% sobre el total y si analizamos el segmento de las microempresas (empresas con un máximo de 10 empleados y hasta 2M€ de facturación anual) supone la friolera de un 94% sobre el total.
Es un hecho bastante reconocido que la falta de tamaño de las empresas españolas es un problema de facto para competir en el exterior y resistir ante los cambios en los ciclos económicos y la productividad real lleva años completamente estancada. El principal problema que se encuentran las pymes españolas (dejando aparte las cuestiones normativas) es una falta de medios (habilidades, conocimientos, infraestructura, etc.) para generar un crecimiento sostenido en sus organizaciones.
Y, si sabemos que existe una constante en el entorno empresarial actual, es que el panorama está constantemente en cambio continuo, y éste ya ha comenzado a ser el nuevo estado normal en las empresas: una pandemia, rotura de las cadenas de suministro, la «gran dimisión» y una inflación descontrolada, etc. La transformación digital permite a las empresas mantenerse ágiles anticipando cambios y adaptándose a las nuevas circunstancias cambiantes del mercado, en definitiva: las empresas que consiguen aprender y adaptarse de forma constante son las que pueden conseguir una ventaja competitiva de forma duradera frente al resto.
Una de las claves es reducir los sistemas burocráticos que lastran el crecimiento y la productividad. Cualquier empresa con el tiempo llega a generar sus propios sistemas burocráticos (muchas veces incluso se desconoce cómo se llegaron a formar); pero lo más importante es que merman el desarrollo de negocio de la empresa. Esto implica que los líderes sean capaces de bajar a tierra y ser conscientes de cómo opera la empresa en el día a día para poder aplicar cambios y mejoras en los sistemas organizativos. Muchas veces, la dirección piensa erróneamente que simplemente con tomar las decisiones correctas se cumplirán los objetivos de negocio; esto raramente ocurre así, la dirección y los empleados por regla general tienen visiones y motivaciones diferentes, e incluso contrapuestas, por eso antes de optimizar o digitalizar procesos operativos, es importante involucrar a toda la compañía: los empleados son lo primero. Debemos adoptar una visión integral.
El paradigma en la relación con los clientes ha cambiado completamente. Anteriormente, eran ellos los que tenían que adaptarse a los servicios y productos que ofrecía el mercado, dentro de sus limitadas opciones de búsqueda dentro de un ámbito local determinado. Con internet y el auge de las nuevas tecnologías esto ha cambiado drásticamente: ahora es el cliente el que dirige y tiene el control. Por ese motivo, existen cada vez más compañías que deciden optar por una filosofía customer-centric (orientada al cliente), Amazon sin duda es el mayor exponente de este paradigma. Por supuesto, no estamos afirmando que cualquier empresa deba adoptar este enfoque, pero es fundamental que seas consciente de la importancia de ofrecerle la mejor experiencia posible a un cliente, informado, conectado y empoderado que en cualquier momento se puede ir a tu competencia.
La digitalización produce datos. Cantidades ingentes de datos. Pero la cuestión fundamental es la siguiente: ¿Cómo puedo usar estos datos para crear valor dentro de mi organización?; debemos ser capaces de pasar del dato a la información; de la información al conocimiento; y del conocimiento al valor. Para llegar a convertirnos en una empresa data-driven (orientada a los datos), necesitamos desarrollar una estrategia del dato. En primer lugar, debemos determinar qué necesidades y oportunidades pueden ser cubiertas desarrollando una estrategia basada en los datos. En segundo término, cuáles serán las distintas fuentes de los datos, tanto internas como externas a la compañía. Después, ser capaces de liberar esos datos y ponerlos en común para generar conocimiento dentro de la compañía. Finalmente, tomar acción con los datos: la organización debe ser capaz de tener rutinas que permitan generar y compartir conocimiento dentro de ella de forma natural.
Decía el celebre fundador de Apple, Steve Jobs, que «La innovación es lo que distingue a un líder de los demás» y sin duda, creemos que razón no le faltaba. El secreto del éxito de los negocios a largo plazo, reside principalmente en su capacidad de innovación. Muchas veces se piensa erróneamente que se necesitan grandes ideas o propuestas para generar innovación dentro de una compañía, pero es justo al contrario, son los pequeños cambios los que pueden provocar grandes impactos. Pensemos por ejemplo en el impacto que podría tener en nuestra compañía si optamos por implantar un modelo flexible de trabajo y que nuestros empleados puedan conciliar mejor y estar más motivados en su puesto de trabajo. Pensemos en cómo impactaría establecer espacios de colaboración entre nuestros empleados usando plataformas digitales donde puedan colaborar de forma abierta, en tiempo real, independientemente de su ubicación para impulsar la eficiencia en la toma de decisiones. Por último, pensemos simplemente en cómo ayudaríamos a nuestros clientes si tuviéramos una mejor presencia en los medios: explicando de forma clara nuestros productos y servicios podríamos conectar mejor con sus intereses y preocupaciones.
Por último y no menos importante, la transformación digital puede ser la puerta de entrada y expansión hacia los mercados internacionales. Hay que reseñar, que en nuestro país se ha avanzado mucho en materia de internacionalización en los últimos años, con un 41,7% del PIB procedente de mercados internacionales en 2022, aunque existen riesgos crecientes como las tensiones geopolíticas, el encarecimiento de la factura energética y la crisis demográfica en ciernes, en definitiva un entorno económico de grandes desafíos y retos en el futuro más próximo. Sin duda, la transformación digital puede ser nuestra mayor aliada en este sentido: uso de e-commerce y plataformas de exportación que permitan la distribución y venta de productos a nivel internacional; análisis de mercados globales que nos permita segmentar a nuestros clientes internacionales, personalizando nuestra propuesta de valor; el uso de sistemas de gestión de cadenas de suministro (SCM) que nos permitan colaborar, compartir datos e información con posibles proveedores y socios potenciales de otras áreas geográficas.
En definitiva, la transformación digital va a ser crítica para que sigas siendo relevante y competitivo en el futuro, tenemos la visión de que la pyme española debe transformarse para poder prosperar en el futuro, y queremos ser tu compañero de viaje. Si no has empezado todavía tu proceso de transformación digital o si has empezado pero necesitas un asesoramiento para impulsarlo y llevarlo al siguiente nivel, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.