La justificación para desarrollar un plan de transformación digital siempre debe estar enfocada la resolución de problemas que ocurren en nuestra empresa, tal vez, puede que sintamos miedo a qué nuestra empresa se quede obsoleta en poco tiempo por qué intuyamos que la tecnología marcará el futuro de nuestra organización y obviamente nos encontramos en lo cierto, pero en primer lugar: debe ser la llave para poder solucionar problemas que sufrimos en el día a día.
Estamos convencidos de que la transformación digital de las pymes ofrece una oportunidad única para abordar ese gran problema que nos impide generar empresas competitivas como comentamos en nuestra anterior publicación sobre el conocido problema de la falta de competitividad de las pymes españolas.
En este artículo nos hemos propuesto recopilar un total de nueve problemas que a nuestro juicio pueden ser de los más relevantes a los que se puede enfrentar cualquier organización hoy en día para poder escalar su negocio y mostraremos como desde la óptica de la transformación digital podemos generar valor.
Las compañías que deseen prosperar en el futuro, necesitarán de una visión con una perspectiva puesta en el largo plazo. El día a día de las pequeñas empresas es la de estar apagando fuegos continuamente: atender obligaciones, gestionar incidencias, pago de impuestos y un largo etcétera. En este estado que podríamos denominar como modo supervivencia hace que sea realmente imposible trabajar en la consecución de objetivos más ambiciosos, y ese es precisamente la base de un plan de transformación digital: generamos una visión renovada del negocio gracias a las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías y además cubrimos esa falta de definición en áreas clave que nos impiden gestionar adecuadamente y que son tan importantes cómo la estrategia, el modelo de negocio y la cultura empresarial.
Otro de los problemas que afectan a gran número de empresas es la ineficiencia a la hora de ejecutar los procesos, esto puede ser debido a múltiples factores: procesos manuales, desorganización, falta de estándares, etc.; lo cual sólo provoca un aumento de los costes operativos y una falta de predicción en los resultados que se esperan conseguir, en definitiva una pérdida en la capacidad de competir. Una de las áreas dentro de un plan de transformación digital es la optimización de las operaciones core del negocio: a través del descubrimiento, modelado, análisis y medición del rendimiento de los principales procesos dentro de una empresa; podremos posteriormente decidir que cambios introducir y que tecnologías (hay muchas opciones en el mercado) nos pueden ayudar a impulsar la productividad.
El ritmo de cambio tanto en la sociedad como en la economía es tan alto, que incluso grandes empresas que disponen de capacidad para invertir en I+D son muchas veces incapaces de adaptarse a tiempo a las nuevos avances tecnológicos, quedándose fuera del mercado en poco tiempo. Famosos son los casos de Kodak con las cámaras digitales o Blockbuster en el sector del videoclub (aunque es un fenómeno transversal en la economía). Un plan de transformación digital debe detectar las tecnologías que mayor impacto van a tener en nuestro sector y línea de actividad y, aunque no podamos conocer con exactitud cual es el futuro que va a suceder: se deben plantear diversos escenarios para que nuestra compañía este preparada para las amenazas y oportunidades que puedan surgir.
Habitualmente en las empresas pequeñas los fundadores se encuentran muy envueltos en el día a día de las operaciones en vez de dedicarse a la dirección y la supervisión de la misma, generando una dependencia que puede llegar a ser muy perjudicial. El nivel de competencia a nivel general se reduce, ya que cuanto más crece la plantilla, más bloqueos y obstáculos se producen, redundando en falta de motivación y estrés. Un plan de transformación digital en ese sentido nos puede ayudar en la definición de KPIs (Indicadores de rendimiento) para tener un mayor control y seguridad sobre lo que ocurre en nuestro negocio. Por otro lado, el desarrollo de una nueva cultura empresarial podría propiciar una nueva forma de organización basada en el desarrollo de equipos autónomos que trabajen de forma independiente pero que se encuentren alineados con la visión y estrategia del negocio.
La falta de motivación de los empleados en su puesto de trabajo sigue en aumento tras la pandemia y pueden suponer unos costes no solo económicos, sino también sociales como la falta de reconocimiento, el compromiso, y el desarrollo que toda persona necesita para sentirse satisfecha. El teletrabajo ha abierto la puerta a nuevos modos de trabajo que aumenten dicha satisfacción a través de una mejor conciliación con su vida personal; según diversos estudios indican que la gran mayoría de empleados valora de forma muy positiva que la empresa ofrezca alguna fórmula basada en el teletrabajo. El teletrabajo se ha convertido en una realidad para las empresas, pero la clave no es quedarse únicamente en él "es posible", se trata de un recurso que deben usar de forma activa cómo estrategia para atraer y retener el talento, y debe estar unida a otras medidas complementarias como la formación y el desarrollo de carrera.
Una de las causas que pueden originar pérdidas en la productividad generada por la empresa es una pobre gestión de uno de los recursos más valiosos: el conocimiento. Una empresa según va desarrollando su actividad genera un conocimiento que debe ser alimentado, consensuado y compartido dentro de la organización. En ese sentido el conocimiento que se pierde y que no llega a tiempo para tomar decisiones realmente genera pérdidas económicas. Un plan de transformación digital nos puede ayudar a definir como vamos a generar y compartir toda esa información apoyándonos a través de la tecnología: aplicaciones en la nube, wikis, plataformas de formación online, aplicaciones de comunicación en tiempo real, etc.
El cliente de hoy quiere recibir los servicios de tu empresa de la misma forma que interacciona con las apps digitales que todos conocemos como Facebook, Gmail, Instagram, etc. Los hábitos de los consumidores han cambiado más profundamente a raíz de la pandemia y con mucha probabilidad se asentarán muchos ellos, así que si deseas que tu empresa pueda crecer en el futuro más inmediato necesitará de una estrategia digital en el desarrollo de la experiencia de usuario que cada vez es más híbrido, puede elegir entre comprar en físico y online indistintamente. Un cliente realmente satisfecho estará dispuesto a pagar más por tus servicios y será más proclive a repetir la experiencia de compra abriendo oportunidades para crecer aportando valor.
Los activos de la empresa son todos aquellos activos físicos de la empresa que producen un retorno de inversión y que son necesarios para el desarrollo de la actividad productiva (maquinaria, bienes de equipo, vehículos, etc.), pero que a su vez también produce un coste de mantenimiento que debe ser controlado y minimizado. La transformación digital nos ha abierto nuevas posibilidades para mejorar la gestión de dichos activos, por ejemplo, a través del mantenimiento predictivo: recopilando una gran cantidad de datos en tiempo real podemos determinar cuando es necesario aplicar un mantenimiento preventivo basado en el historial previo de la máquina para evitar que suframos una determinada avería. Existen también en el mercado aplicaciones para calcular la amortización de un bien a través de la actividad que va generando, como puede ser el caso de maquinaria pesada, vehículos de transporte, etc., algo que cada vez será más crítico en cualquier ámbito logístico.
Las empresas se encuentran con un creciente marco normativo formado por un conjunto de regulaciones y estándares que una empresa debe cumplir y justificar a la hora de ejecutar sus operaciones. Por ejemplo las medidas relacionadas con la seguridad y protección de los datos demandan que podamos tener sistemas que garanticen que los datos sean confidenciales y estén seguros frente a amenazas externas. Otros casos sectoriales son por ejemplo, normativas en materia de calidad alimentaria; teniendo un sistema de trazabilidad de origen a destino en caso de que hubiese algún problema de intoxicación alimentaria sólo se retirarían determinadas partidas sin afectar a toda la producción; o, también el caso de normativas relacionadas con el medio ambiente: podemos rastrear y llevar un seguimiento de toda la generación, tratamiento y gestión de residuos de cara a demostrar que las practicas que se cumplen las regulaciones vigentes en materia medioambiental.
Como conclusión, un plan de transformación digital aunque este enfocado en la generación de una visión del negocio en el largo plazo, debe a su vez acometer los problemas reales que sufre tu organización a día de hoy y que obstaculizan su progreso.
Si te has sentido identificado con alguno de estos problemas, no dudes en ponerte en contacto dejándote asesorar por un equipo dedicado de expertos en diversas áreas (digital, marketing, operaciones, etc.) que desarrollarán el plan de transformación digital a la medida de tus necesidades.